Los humedales son zonas de la superficie terrestre con un contenido en agua superior a otras situadas en sus proximidades y que, por sus especiales características tanto abióticas como bióticas, se les diferencia de los ríos o de los lagos.
La importancia de los humedales puede entenderse desde diversos puntos de vista, por ejemplo, el económico, si bien tradicionalmente se han considerado áreas improductivas para el cultivo agrícola, no es menos cierto que los humedales han servido como fuente de recursos alimentarios a la sociedad a través de la pesca y de la caza de la fauna asociada, o también para la obtención de materias primas básicas extraídas de la vegetación, como pueden ser las fibras vegetales; el ecológico, al ser ecosistemas con distintas poblaciones de flora y de fauna, ya sean estas últimas estables o de paso en sus periplos migratorios, por tanto, son zonas de gran biodiversidad. La vegetación que vive en ellos puede considerarse como sumideros de CO2, por lo que al restar gases de efecto invernadero el calentamiento global y el cambio climático no se incrementaría. La conservación de los humedales permite regular el clima local y los factores de su tiempo meteorológico como las precipitaciones, bastante más húmedo que en las áreas del entorno inmediato más secas. En ellos se produce, cuando las condiciones son las oportunas, la sedimentación de materiales carbonatados que absorben cantidades de dióxido de carbono de la atmósfera.
Bogotá cuenta con 13 humedales, lo cual significa que cuenta con unas importantes zonas de vegetación, lo cual es decisivo para muchas especies de flora y fauna ya que genera los nutrientes y el ambiente necesario para la reproducción de gran cantidad de aves, como el pato de pico azul, las garzas y las tinguas, o mamíferos como el curí o los murciélagos y reptiles como la rana verde o la lagartija, además de múltiples especies de moluscos e insectos. Los humedales retienen el exceso de agua durante los períodos lluviosos, reservándola para las temporadas secas, por lo que regula los efectos prejudiciales de las crecientes de los ríos y los consecuentes riesgos de inundación. Gracias a los humedales se reduce la contaminación del agua, pues las plantas retienen sedimentos y metales pesados, por lo que funcionan como digestores de materia orgánica y purificadores naturales de las aguas contaminadas.Hoy en día los humedales estan en riesgo ya que la población de la ciudad va aumentando y desaparece la conciencia por cuidar los ecosistemas que nos ayudan a equilibrar nuestro ambiente, uno de los humedales más conocido y que más cuidado se le pone hoy en día es el humedal de la conejera, este humedal empezaba en los cerros de suba, y lo usaban los muiscas para sus cultivos y actividades, luego sus aguas fueron usadas para regar los pastos para la ganadería y luego agricultura terminando en un cultivo de flores hacia los años 80, el espejo de agua del humedal representaba un 35% del área total, y la vegetación un 55%, revelando una disminución con relación a años anteriores, a principios y mediados de los noventas la población creció alrededor de ese humedal, contaminándolo hasta casi desaparecerlos hasta que en 1995 el DAMA lidero una campaña para su recuperación, y a pesar de que se ha hecho una labor grande y se ha empezado a recuperar este humedal no es lo mismo que hace unos años y deja de ayudar a toda la población Bogotana con la purificación de aguas, aire y demás. Es importante señalar que la Conejera, al igual que todos los humedales asociados al río Bogotá, presenta cambios bruscos en el nivel de las aguas, pues una de sus funciones naturales era la de absorber y regular las crecientes del río Bogotá, pero con la construcción del jarillón se taponó el reflujo de las aguas del río hacia el humedal, y en consecuencia, perdió su capacidad como regulador del impacto de las crecientes del río. Aunque señalo solo este caso este proceso se ha ido viendo en todos los humedales de Bogotá y esperamos que campañas que genera el gobierno y en los últimos días el canal RCN con el periodista Otoniel Umaña, creemos conciencia de lo importante que son los humedales y todos los recursos naturales de la ciudad. En busca de salvar los humedales que tanto bien le hacen a la ciudad, la Administración Distrital adelanta el Programa de Humedales y Zonas de Ronda del Sistema Hídrico del Distrito Capital, en el hay tres puntos claves, el manejo hidráulico, la restauración ecológica y la construcción del espacio, en la primera se busca limpiar los humedales y remover las basuras que se encuentran hoy en ellos, en el segundo se trata de una depuración de las aguas contaminadas, remueven la vegetación dañina y se siembra nuevamente aquella que ayuda al humedal y por ultimo se construyen veredas y divisiones del sector urbano para evitar que las personas sigan dañándolos.
OBJETIVOS
1. Reconocer, generar y socializar diferentes formas de conocimiento sobre los humedales, como soporte del desarrollo cultural, el disfrute de los ecosistemas, el diálogo y la toma de decisiones frente a la conservación y la sostenibilidad social.
2. Reconocer, articular, regular, promover y defender las relaciones entre la sociedad y los ecosistemas de humedal, de tal manera que contribuyan a la conservación de éstos.
3. Orientar y promover el uso público de los valores, atributos, funciones y, en particular, de la diversidad biológica de los humedales atendiendo las prioridades de conservación y recuperación
4. Incorporar a la sociedad en los procesos de conservación y uso racional de los humedales del Distrito Capital asegurando su valoración colectiva como patrimonio ecológico y soporte de la calidad de vida.
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